Entrenador nuevo, victoria segura dice el dicho. Algo que se cumplió con Sergio Conceiçao, que se estrenaba en el banquillo del AC Milan ante la Juventus y tuvo un debut soñado. Ganó 2-1 con una remontada en cinco minutos llena de suerte y se verá las caras en la final de la Supercopa el lunes 6 de enero ante el Inter de Milán.
Eso sí, el encuentro no tuvo el morbo de ver a padre contra hijo, pues Francisco fue alineado por Motta, pero se lesionó en el calentamiento y no pudo jugar.
El arranque fue de mucho tanteo por parte de los dos equipos. Prácticamente todo eran pases horizontales y escasez de ocasiones. El Milan intentaba percutir por la izquierda como en ellos es habitual, aunque en este caso con Alex Jiménez, lateral español, intentando hacer de Leao por la lesión del portugués.
La primera oportunidad clara fue para la Juventus y acabó en gol. Yildiz, que iba a ser suplente y entró en el once por la baja de Conceiçao aprovechó un pase entre defensas de Thuram a la espalda de Theo Hernández para controlar y pegarle con mucha fuerza al palo corto del portero sorprendiendo a Maignan (21’).
Un tanto que permitió a los de Thiago Motta echarse atrás y ceder la pelota a un Milan sin apenas ideas y contragolpear con la velocidad de Yildiz. Los rossoneros amenazaron por primera vez al borde del descanso un disparo de Fofana desviado.